7 técnicas para controlar la ira y la agresividad

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Conoce las consecuencias de la ira

La ira es una emoción totalmente normal y necesaria para la supervivencia del ser humano, esta es un método de defensa ante un peligro o suceso que activa ciertas funciones en el cuerpo que ayudan a reaccionar de forma más eficaz.

El problema surge cuando la ira aparece repetitivamente y en momentos donde no es necesaria, lo único que causa es problemas personales y sociales.

Cuando tenemos un ataque de ira normalmente surge la agresividad, esta nos lleva a cometer gravísimos actos ya que el enojo nos ciega y no podemos controlar las acciones que realizamos en medio de este estado de cólera.

3 graves consecuencias de la ira

Al ser una emoción tan fuerte esta tiene una gran relevancia al momento de controlar nuestros actos y es de gran dificulta c ontrolarnos al momento de estar en un ataque de ira o enojo, lo cual trae graves consecuencias para nuestra salud, relaciones sociales, laborales, sentimentales y personales.

1. Afecta la salud física.

La ira pone en marcha tu organismo de una manera acelerada, tensionando los músculos, aumentando el ritmo cardiaco y produciendo adrenalina y las hormonas del estrés como el cortisol que ingresa en la sangre y pone a tu organismo y cerebro en alerta.

Todos estos procesos repitiéndose constantemente generan un deterioro en el corazón y produce enfermedades cardiacas, cansancio físico, posibles enfermedades psicosomáticas por estar expuesto a condiciones de estrés e intranquilidad y reducción de las habilidades cognitivas.

2. Problemáticas sociales.

La ira suele provocar graves consecuencias a nivel social ya que en momentos de enojo sueles actuar de manera impulsiva, expresando a las personas que te rodean frases hirientes y actuando de manera agresiva puedes hasta herir físicamente a una persona.

Estos comportamiento agresivos e impulsivos traen consigo distancia entre las personas que te rodean, provocando rupturas de amistades, familia y problemas a nivel laboral que puede llegar hasta el despido, todas estas consecuencias solo son el inicio para un final trágico si no se trata la ira, en casos extremos las personas involucradas terminan en la cárcel o en el cementerio.

3. Ira crónica.

Al expresar los sucesos negativos que vives constantemente con una explosión de ira tu cuerpo y cerebro se adaptan al comportamiento y se empieza a repetir cada vez más constantemente, tu cerebro relaciona que la ira debe aparecer cuando hay existe un conflicto, esto lleva a el comportamiento a ser crónico y acelera los efectos nocivos de la ira.

7 técnicas para controlar la ira.

Todos los comportamientos que dependan del cerebro pueden ser controladas y dominadas, la ira no es una excepción, podemos usar técnicas que nos ayudaran a manejar mejor nuestras emociones y controlar la ira para así mejorar nuestras relaciones personales y nuestra vida cotidiana.

1. Buscar la raíz de ira en la psicología.

Todo comportamiento tiene una raíz, un inicio que genero cierto comportamiento en nuestra forma de ser, para ellos la psicología nos dice que el pasado de las personas, especialmente en la niñez se encuentra la respuesta. Cuando estamos desarrollando nuestra personaliza cualquier evento traumático puede ser un factor de vital importancia para definir nuestra futura personalidad.

Si al remontarnos a nuestro pasado encontramos un ambiente hostil donde vivíamos en medio de golpes, gritos y frustración, podremos determinar que esa es la causa del comportamiento actual, conocer la raíz es muy importante ya que cuando somos conscientes de nuestros actos, se nos hace más fácil interferir para cambiarlos y controlarlos.

2. Reconocer los eventos que desencadenan la ira.

Una de las técnicas más importantes al momento de aprender a controlar nuestra ira es detectar los sucesos que la provocan, esto nos dará una gran ventaja ya que al conocer los desencadenantes podemos actuar con otra de las estrategias para evitarla.

Cuando empezamos a reconocer patrones podemos entender cuál puede ser la raíz de la misma y evitar que se convierta en una gran explosión de furia y no podamos controlarla.

Para detectar los inicios de nuestra ira debemos conocer nuestras emociones, saber la ira empieza paulatinamente y no inmediatamente, y usar los inicios donde aún podemos controlarnos para tomar cartas en el asunto y actuar y evitarla.

3. Alejarse de los estímulos que provocan nuestra ira.

Cuando aprendemos a reconocer los estímulos negativos que provocan nuestra ira, podemos empezar aplicar estrategias y acciones para evitar el desenlace, una de las técnicas esenciales es alejarse de la persona, evento o suceso que está colmando nuestra paciencia, pedir un minuto, respirar y caminar unos metros lejos, al alejarte del desencadenante obtenemos una gran ventaja, podemos empezar a pensar con cabeza fría y descubrir los pro y contras de una confrontación y evitar un posible conflicto.

En ocasiones las personas que no pueden controlar los impulsos de ira están rodeados de un ambiente hostil o de personas toxicas que colman la paciencia del afectado, esto es importante reconocerlo y actuar para cambiar el paradigma, si nos alejamos de un ambiente hostil podremos cambiar y controlar la ira, de lo contrario será tarea casi imposible.

4. Repítete constantemente que has cambiado.

La psicología es increíble, entendió el comportamiento del ser humano, conoció como manipular el cerebro y nos enseñó muchos técnicas del comportamiento del ser humano, entre las cuales hay algo muy interesante que pasa en el cerebro cuando nos repetimos constantemente algo, nuestro cerebro empieza a creerlo y las conexiones cerebrales como la estructura empieza a cambiar y adaptarse, esto es algo bastante importante ya que podemos hacer creer a nuestro cerebro algo y lo increíble es que el empieza a cambiar para adaptarse a ello.

5. Debes perseverar, no te rindas.

Lo más seguro es que pase muchas veces mientras intentas controlar la ira, es lo más normal cuando iniciamos un nuevo proceso y más si lo que intentamos hacer es cambiar una emoción tan completa como la ira.

No te rindas si caes muchas veces más, no dejes de intentarlo, sé que será frustrante desear algo, intentarlo y no poder lograrlo, he ahí el reto que al superar tendrás una de las experiencias más satisfactorias, controlar la ira y la agresividad.

6. La ira es necesaria pero no puede controlar tus días

La ira es una emoción que ha ayudado al ser humano a evolucionar y a sobrevivir durante miles de años, pero esto no debe convertirse en una razón para aceptarla y vivir con ella. En los tiempos actuales la ira provoca más problemas que beneficios, en ambientes tóxicos y hostiles puede resultar útil, pero lo más normal es encontrarlos con ambientes familiares, y laborales con estrés pero no con ambientes agresivos, por local debemos cambiar nuestra mentalidad y nuestras emociones.

La ira no es necesaria para vivir, esta puede alejarte de la felicidad y causarte un infinito dolor de desesperación y tristeza.

7. Tu esencia no puede cambiar pero tus emociones sí.

Es casi imposible cambiar la esencia de nuestra personalidad, si desde nuestro nacimiento somos personas agresivas esa esencia seguiré en nuestro interior, lo que debes buscar es intentar controlar las emociones que desencadenan esas reacciones agresivas y mejorar la forma de afrontar los problemas.

Puede que no consigas cambiar por completo tu vida pero si mejorara en gran medida si cambias las actitudes negativas que solo provocan problemas y malestar en los ambientes donde te encuentras.

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